Un grupo de vecinos del barrio de Boedo indicaron que ante el estado inconcluso en el que se encuentra la Calle Verde Castro, a un año de su inauguración, se concentran para realizar un relevamiento y mejorarla. La obra, parte del plan Calles Verdes del Gobierno porteño, tenía como objetivo añadir espacios verdes a la traza urbana. Sin embargo, los canteros se encuentran en un estado de abandono, acumulando basura y agua, lo que ha convertido la calle en un foco de problemas para la comunidad.
En este sentido, desde la agrupación “No destruyan Castro”, integrada por residentes del barrio, describen la situación como desastrosa. Según ellos, la calle se ha convertido en un basural y los canteros carecen de riego, lo que ha generado inundaciones recurrentes, propiciando un ambiente para la proliferación del dengue.
El proyecto de transformación de la Calle Verde Castro comenzó hace quince meses y medio, luego de un proceso conflictivo entre los vecinos y las autoridades porteñas. Tras consensuar un plan alternativo que no implicaba el cierre de carriles, se avanzó en la construcción de los canteros. Sin embargo, desde entonces, los residentes han denunciado falta de mantenimiento, especialmente en lo referente al riego y cuidado de las especies plantadas.
Asimismo, las intensas lluvias de los últimos meses han agravado la situación, inundando la calle y los espacios verdes, lo que antes no ocurría según testimonios de los vecinos. La acumulación de agua se ve exacerbada por la presencia de “chips” de corteza triturada, utilizados en los canteros, que obstruyen los pluviales y contribuyen al problema.
Los reclamos de los vecinos no han sido escuchados por las autoridades responsables del proyecto. A pesar de solicitar reuniones con representantes de la Comuna y del Ministerio de Infraestructura, hasta el momento no han obtenido respuestas satisfactorias. La falta de información y la ausencia de fechas concretas de encuentro han generado frustración entre los residentes, quienes se sienten desatendidos por las autoridades.
Por su parte, desde el Ministerio de Infraestructura se asegura que la obra está terminada, aunque reconocen que faltan algunos detalles. Sin embargo, para los vecinos de Boedo, la situación dista de ser satisfactoria. La iluminación es deficiente, no se han instalado las cámaras prometidas y falta más del 50% de la vegetación acordada. Además, los problemas con el riego y la acumulación de basura persisten, evidenciando el abandono del proyecto.
Ante la falta de respuesta de las autoridades, los residentes se organizan para intentar mejorar la situación por sus propios medios. Planean realizar un relevamiento del estado de la vegetación en los canteros y realizar tareas de limpieza para eliminar la maleza que ha comenzado a crecer en el área. Sin embargo, insisten en que es responsabilidad de la Comuna garantizar el mantenimiento adecuado de la Calle Verde Castro.
En conclusión, la Calle Verde Castro en Boedo representa un proyecto inconcluso que ha generado más problemas que soluciones para la comunidad. Los vecinos exigen una respuesta por parte de las autoridades y esperan que se tomen medidas urgentes para resolver la situación de abandono en la que se encuentra esta importante traza urbana.
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